domingo, 6 de septiembre de 2009

EL FINAL DEL VERANO...

Los veranos son siempre agotadores, al menos para mí, que acabo viviendo dividida entre el pueblo de mis padres, que está en la Costa Brava y tiene playita, y Barcelona, la gran devoradora.
Éste está siendo especialmente agotador ya que mi hermana pequeña se casa y creedme que pensaba que era una estupidez cuando la gente decía que una boda daba mucho trabajo...pero es cierto. Se casa la semana que viene y me hace muchísima ilusión...pero además de ilusión han habido nervios, gastos, prisas, malentendidos...uno de ellos ha sido con mi otra hermana, lo cual es una pena y más a escasos días de la boda. Por supuesto no pensaba permitir que este malentendido se extendiera hasta ese día y hablar antes con mi hermana para aclarar que es lo que ha sucedido. Y mientras pensaba qué era lo que había ocurrido en realidad, me preguntaba: ¿ Nos enfadamos cuando no tenemos razón ? o cuando la tenemos y no nos la dan...por qué??
y lo cierto es que pensándolo ahora en frío me parece de lo más absurdo, ya que no encuentro ningún motivo que de verdad sea bueno ni sea válido...lo cierto es que me pregunto si hay razones de verdad para enfadarse alguna vez...porque el enfado no es una vía de ayuda ni que solvente nada, es simplemente una vía de escape...qué fácil es pensar en ello cuando el corazón no late acelerado de rabia ni estamos tan metidos en nosotros mismos que al final perdemos de vista incluso el motivo que nos había llevado a ello...